manera en la que nos comunicamos con nosotros mismos, así que lo primero que
tenemos que hacer cuando nos encontramos en una situación difícil es pararnos y
poner atención en qué cosas nos estamos diciendo.
que nos hacemos de la realidad, las fantasías que generamos a partir solo de
algunos datos de la realidad, las cosas que nos decimos y los sentimientos que
gestamos, nos ayudará a situarnos y comprender que la mayor parte de nuestro
sufrimiento lo estamos provocando nosotros mismos.
con los demás, poner atención en qué decimos y cómo lo decimos nos aportará más
pistas de la postura que adoptamos respecto a nuestra delante de los demás y
del funcionamiento de nuestras relaciones interpersonales.
pensar, sentir y actuar, en función de cómo elijas percibir e interpretar los
acontecimientos que te ocurren, en realidad nada tiene sentido en sí mismo
excepto el que nosotros le otorgamos. Sé que esto te resultará difícil de creer
pero párate y piensa en esas situaciones en tu vida de las que creías que no
podrías recuperarte o en aquellas otras que jamás pensabas que podrías lograr y
cuando llegó el momento lo conseguiste.
viviendo solo puedes sentirte triste, paralizado o responder con ansiedad o
depresión, eso es lo que ocurrirá, porque esta creencia aplasta e inutiliza los
propios recursos, así que no olvides que los estados emocionales como la
ansiedad, la tristeza o la depresión, no son las consecuencias necesarias de
las cosas que nos ocurren.
los acontecimientos hundiéndose y lastimándose así mismo, es que ha aprendido a
lo largo de su vida a responder perdiendo energía ante las situaciones
adversas. Este patrón se fue automatizando como estilo de respuesta así que
resulta fácil que se active de forma automática cuando llega la situación
difícil, la buena noticia es que podemos romper este automatismo tan solo con
descubrirlo y querer cambiarlo.
poderosos poniendo un acto de nuestra voluntad encaminado a conseguir nuestros
propósitos.
Lo primero que tenemos que hacer es definir lo que
queremos. Supone hacer una evaluación de la situación, comprobar en qué punto
estamos en ella y preguntarnos ¿Qué es lo que quiero?. ¡Ojo!, si nos vienen respuestas como “que no
hubiera pasado”, “que el otro deje de comportarse así”, que las cosas fueran de
otra forma” ¡alto!. Lo que no está en nuestra mano no tiene solución que pase
por nosotros, así que céntrate en lo que quieres y esté en tu mano conseguir.
una estrategia, un plan de acción que te permita alcanzar lo que te has
propuesto. Asegúrate de que el objetivo sea realista y las estrategias sean las
adecuadas para alcanzar tu meta. Después solo queda poner en marcha los propios
recursos y pasar a la acción.
recordar que quizá no podemos cambiar la situación que vivimos
elegir como queremos vivirla.