-Qué
complicación (exclamó el Abad viendo caminar a un ciempiés) y qué maravilla: lo
hace tan bien que parece fácil.
De pronto,
le vino a la memoria una historieta que había escuchado no sabía dónde:
«El pequeño ciempiés sintió que debía lanzarse a caminar, y preguntó
inquieto a su madre:
-Para andar,
¿qué pies debo mover primero: los pares o los impares, los de la derecha o los
de la izquierda, los de delante o lo de detrás? ¿O los del centro? ¿Y cómo? ¿Y
por qué?
-Cuando
quieras andar, hijo mío -le respondió la madre- deja de cabilar y…
anda».
3 comentarios sobre “EL CIEMPIES”
Anónimo
(febrero 10, 2014 -11:17 pm)¡Simpatiquísimo!
Me encanta el muñeco, sus preguntas de muñeco y, cómo no,la respuesta.
admin
(marzo 8, 2014 -2:55 pm)Muchas gracias, a veces en las cosas sencillas se encuentras las grandes respuestas.
Besos
Anónimo
(marzo 14, 2014 -9:23 am)Otro beso de muñeca, pero de carne y hueso.