Este es uno de los errores más frecuentes de la comunicación que supone un gran obstácilo en las relaciones interpersonales.
En muchas ocasiones parece que escuchamos a la persona que nos habla pero no es así, estamos más bien pensando en la respuesta que le vamos a dar o bien interpretando lo que oímos.
Esa actitud no es escuchar.
Para poder escuchar necesitamos una mente abierta libre de prejuicios, de perjuicios, con el respeto sagrado a la individualidad, solo así podemos escuchar al otro desde su mundo y con su propia forma de interpretar y vivir su realidad.
?Te ha pasado o conoces personas a las que les sucede?, ¿cómo te has sentido cuando estás compartiendo algo que es importante para ti y solo te oyen pero no te escuchan?
Escuchar es querer conocer al otro y adentrarnos en su mundo tal y como él/ella lo ve.