La charla pretendía mostrar el proceso de crecer, comenzando por lo que nos ocurre cuando nos encontramos con nosotros y no nos gustamos porque no llegamos a materializar la fantasía de lo que nos gustaría ser. Los miedos, esos compañeros inseparables del proceso de descubrirnos, la alienación y el boicot a nosotros y a lo nuestro, la dejación de quién somos, los complejos, las exigencias, todo ello nos lleva a perdernos de nosotros y de nuestra realidad y a vivir enajenados, en-ajeno, con poco respeto por nuestras capacidades y con una maximización de nuestras limitaciones.
Cuando logramos atravesar esa selva espesa y abrumadora, empezamos a aceptarnos tal como somos sin tantas exigencias, dejando a un lado la fantasía de quién deberíamos ser, dejamos el pasado en el pasado, dejamos de inventarnos el futuro, comprendemos que no podemos controlar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, nos damos cuenta de que solo cuenta el aquí y el ahora porque es lo único que tenemos, entonces comienza nuestra liberación, el florecimiento de quién somos, nos colocamos en nuestro centro, nos respetamos, nos amando y agradecemos a la persona que somos, no desde el conformismo sino desde la aceptación. «SOY YO Y ASÍ ESTÁ BIEN».
Te das cuenta que no eres infinito,
Que la vida tiene un principio y un final
Y aprendes a valorar las cosas como son,
A aceptar a los otros sin intentar cambiarlos,
A darle a las cosas la importancia que tienen
Sin hacer montañas de granos de arena
Y te dejas libre para vivir cada momento como único.