COSAS Y SENTIRES LINDOS

Puedo escribir cosas lindas
esta mañana limpia y clara de julio,
a orillas del Río Torío,
esta mañana en que soy visitado
por el vuelo alegre de las golondrinas,
por el canto sereno y tímido de los gorriones.

Puedo escribir cosas lindas
mientras escucho la esquila amiga de las vacas,
su andar calmoso camino del prado verde,
y las voces agradables de esas niñas
en sus bicicletas de verano
anunciando tiempos de libertad,
sin horarios ni estudios.

Cosas lindas en el repicar cadencioso
de las campanas de la iglesia,
recordando que hoy vino el cura
y no faltara una plegaria, al menos monótona,
por los vivos, por los difuntos
y que se oirán palabras de bronce
en medio de la asamblea,
confusa ante el nuevo hilar de los tiempos.

Cosas hermosas y simples
al compás del olor de la hierba recién cortada,
de las surfinias orgullosas con sus colores vivos
y los cuadros a punto de cruz,
hechos con tanto esmero,
que me susurran ternuras no enterradas.

Me acunan sentires tan bellos esta mañana
que hasta las nubes tormentosas
se han borrado en este cielo azul
y los pesares de mi alma
se me han vuelto tan distantes
como ese avión de estelas
que ha pasado sin querer
para mis ojos, allá en lo alto.

Tan bellos estos sentires
que al recordarte paréceme que ya estás
en estos amores míos
que no se cansan de añorar el infinito.

Paréceme que te tengo
en este corazón loco
que sigue en tus latidos latiendo
y en estos versos que te escribo,

transidos de libertad, de caricias,
escribiendo.

Sí, paréceme que Dios mismo,
estuviera aquí conmigo,
y me dictara estas cosas lindas,
estas cosas hermosas,
estos sentires bellos,
que una vez más te dedico.

Valentin Turrado

Autor entrada: MariaGuerrero