a volver las relaciones que establecemos, pienso que a la vez que el amor es
una poderosa fuente de satisfacción, también puede ser un generador de sufrimiento.
En cualquiera de los casos utilizamos la misma palabra amor, “estoy feliz porque estoy enamorada”, “sufro
mucho porque estoy enamorada”, en
cualquiera de esas expresiones colocamos al amor como responsable de nuestros
estados, la diferencia entre sufrir por amor o sentir felicidad por amor
depende de que la otra persona corresponda o no a nuestros sentimientos.
¿Entonces de qué hablamos?, porque no hablamos de amor sino de correspondencia,
sufrimos cuando no somos correspondidos y nos alegramos cuando si lo somos.
hay personas que creen que cuanto más sufren más aman, cuando en realidad su
sufrimiento proviene del enganche afectivo que han establecido y que intentan
conservar a toda costa.
conducen a un vacío inmenso y, es que es mucho peor y más doloroso, la soledad en
compañía que el hecho de estar solo. Así cuando una persona se siente sola y
vacía pretende llenar sus huecos a costa del otro, se vuelve de ese tipo vampiro
que busca su alimento en la energía de los demás.
pasar el tiempo, ni es solo pasión, ni algo que una vez instaurado SE mantenga para siempre, por si solo desde luego que no.
instalación del ser que solo se nutre y se alimenta de amor. Es un generador
constante y permanente, una fuente inagotable de energía y de vida.
amemos, para poder ver al otro primero tenemos que vernos. Dice Toni de Mello
muy acertadamente,
sano, el resultado es la visión, cuando el corazón está limpio, el resultado es
el amor”.
abrir a la vida las ventanas de nuestros sentidos para conectar con ella y con
el amado desde nuestra sensibilidad y poder verlo, acogerlo, escucharlo y
abrazarlo, no desde quien nos gustaría que fuera, sino desde quién es y no como
me gustaría ser, sino desde quien soy.