Fotografía: María Guerrero
Hoy al sentarme en el ordenador
estoy en blanco, mis dedos saltarines me
asombran, depositados sobre el teclado están quietos sin musa que los inspire.
Muchos días entre números, porcentajes y gráficos han hecho su mella en mi
hemisferio creativo y necesito respirar-me para conectar conmigo.
estoy en blanco, mis dedos saltarines me
asombran, depositados sobre el teclado están quietos sin musa que los inspire.
Muchos días entre números, porcentajes y gráficos han hecho su mella en mi
hemisferio creativo y necesito respirar-me para conectar conmigo.
Reviso mis fotografías que huelen
a experiencias vividas y comienzan a moverse mis sensaciones provocándome un hormigueo
que me indica el inicio del desentumecimiento, justo como cuando se me duerme
una pierna y al moverla mil hormigas me la recorren dándome miles de pequeños bocaditos que mueven mi sangre hasta hacerla despertar..
a experiencias vividas y comienzan a moverse mis sensaciones provocándome un hormigueo
que me indica el inicio del desentumecimiento, justo como cuando se me duerme
una pierna y al moverla mil hormigas me la recorren dándome miles de pequeños bocaditos que mueven mi sangre hasta hacerla despertar..
De entre las muchas fotografías,
documentos gráficos de vida, hoy me quedo con esta, que voy a titular LA CALMA,
una barca reposando sobre el mar sereno, en calma, deslizándose suavemente a su
ritmo, fluyendo con su inercia serena, avistando de frente el horizonte que
siempre es un misterio inabarcable y lleno de posibilidades.
documentos gráficos de vida, hoy me quedo con esta, que voy a titular LA CALMA,
una barca reposando sobre el mar sereno, en calma, deslizándose suavemente a su
ritmo, fluyendo con su inercia serena, avistando de frente el horizonte que
siempre es un misterio inabarcable y lleno de posibilidades.
