La enfermedad, tanto en el alma como en el cuerpo, aparece cuando transformamos la
gratitud en deuda
La gratitud nace de la sabiduría que nos da la conciencia de saber que hemos recibido gratis el regalo de la vida, el inmenso regalo de las cualidades que tenemos y la oportunidades que se nos brindan; por eso, el sentimiento íntimo de gratitud mantiene el corazón relajado, abierto de par en par en par para acoger y recibir lo que sea que la vida nos pone delante.
Desde esta actitud, se evapora la pretensión de querer coger, poseer o preservar.
El corazón está lleno, rebosante y pleno por eso puede dejar ir sin sentir que le resta y puede acoger aceptando lo que viene, sin entrar en el caos.
La enfermedad, tanto en el alma como en el cuerpo, aparece cuando transformamos la gratitud en deuda, entonces nos corroe el resentimiento, ese re-sentir malsano que nos destruye poco a poco y nos obstaculiza la vivencia del presente, quedando anclados en el pasado. Si dejamos de luchar nuestro enemigo desaparece y tanto si el enemigo está fuera como dentro de nosotros.
Solo la gratitud cura el corazón herido, reconstruye el dolor y enciende luces en nuestro interior para guiar nuestro camino sin perdernos de nosotros mismos.
ACEPTA Y AGRADECE TU VIDA
TODO LO QUE HAY EN ELLA
TODO LO QUE ESTÁ POR VENIR
ASÍ ESTÁ BIEN.
