Un hombre estaba remando en su bote corriente arriba durante una mañana muy brumosa.
De repente vio que otro bote venía corriente abajo, sin intentar evitarle. Avanzaba directamente hacia él, que gritaba:
– Cuidado! Cuidado!
Pero el bote le dio de pleno y casi le hizo naufragar.
El hombre estaba muy enfadado y empezó a gritar a la otra persona para que se enterara de lo que pensaba de ella. Pero cuando observó el bote más de cerca, se dio cuenta que estaba vacío.