EL PAÍS DE LA RISA

Cada día nos ocurren cosas agradables y otras no tanto, incluso algunas desagradables. Todos pasamos por situaciones difíciles de diferente índole que afectan, e incluso condicionan, nuestro estado de ánimo produciéndonos sufrimiento y nos desesperamos o intentamos evadirnos con distracciones, adicciones, trabajo…etc.

Considero que cada vivencia es una oportunidad para aprender, cada día, cada momento es un nuevo comienzo en el que podemos reinventarnos y decidir como queremos vivir lo que sea que nos ocurra.

Vivir con alegría, reír, acoger lo que nos trae la vida, abrazar hasta lo que nos guste menos, nos lleva a sentir paz y armonía dentro de nosotros.

Deseo que os guste este cuento, a mi me ayudó a conectar con una de las cosas más primarias, la risa, esa risa que terminamos perdiendo cuando nos tomamos la vida y lo que nos ocurre demasiado en serio.

«Un maestro estaba comunicativo, y por eso sus discípulos trataron de que les hiciera saber las fases por las que había pasado en su búsqueda de la divinidad. 
Primero, les dijo, fui conducido de la mano al País de la Acción, donde permanecí una serie de años. 
Luego volvió y me condujo al País de la Aflicción, y allí viví hasta que mi corazón quedó purificado de toda afección desordenada.
 Entonces fue cuando me vi en el País del Amor, cuyas ardientes llamas consumieron cuanto quedaba en mí de egoísmo.Tras de lo cual, accedí al País del Silencio, donde se desvelaron ante mis asombrados ojos los misterios de la vida y de la muerte. 
¿Y fue ésta la fase final de tu búsqueda? le preguntaron.  
No, respondió el Maestro, 

un día fui llevado al santuario más escondido del Templo y fui conducido al País de la Risa

Autor entrada: MariaGuerrero