Alguien hoy escribe un poema para ti,
te canta una canción
y a Dios eleva una plegaria,
por ti.
Hoy el día volvió a despertar,
la sonrisa a ser sonrisa
y la ternura a ser generosa,
para ti.
El milagro llegó cuando no lo esperabas.
¡Habías cerrado la puerta a las sorpresas!
Llegó al atardecer,
cuando las diosas se juntan a esparcir sus regalos.
Esta vez los focos iluminaron tu rostro
y los flash de los paparazzi te asediaron,
mientras tú extrañada preguntabas:
¿Es por mi?
Valentín Turrado
Gracias amigo Valentín por el regalo de tu amistad, por la disposición de tu escucha y la presteza de tus palabras, por tus silencios ¡tan llenos, tan reparadores !, por tus plegarias, por la llama de tu corazón siempre encendida.