«No hay mayor felicidad que ser cómplice de la felicidad de los demás» (Carmina Martorell)
La auténtica felicidad reside en nuestro interior. Cuando comprendemos e interiorizamos esta verdad, dejamos de querer que la realidad se adapte a nuestras ambiciones, necesidades y sueños.
En consecuencia, desaparece la lucha, el conflicto y el sufrimiento. Poco a poco recuperamos la conexión con el bienestar duradero que anida en nuestro corazón. Con el tiempo, experimentamos abundancia y plenitud.
En función deeste nuevo estado de ánimo, de forma natural e irremediable entramos en la vida de los demás con vocación de servicio.
1 comentario sobre “SOLIDARIDAD”
Anónimo
(marzo 8, 2012 -10:14 pm)hacia unos dias que me encontraba muy desdichada, la infelicidad abundaba en mi ser. pero cual fue la sorpresa que aprendi a calmarme y observar que si no me ayudaba yo a si misma nadie lo podia hacer. no se como lo hice exactamente pero vuelvo a ser feliz y a no estar tan pendiente de mi misma y mirar a los demas. te quiere un monton. pagamar.