Cuando nos mantenemos en el dolor que nos hicieron o que nosotros inflingimos a otras personas, alimentanos nuestro resentimiento hacia nosotros o hacia ellos, o a los dos, entonces nos mantenemos atados y obligados a re-sentir, sentir una y otra vez ese dolor.
Cuando perdonas te liberas y te sueltas de las ataduras que te mantienen atrapado…
El perdón es la clave para la libertad interior.