Y TÉCNICAS CONCRETAS PARA ENCONTRAR TU YO VERDADERO Y NO CONVERTIR TU VIDA EN
UNA MENTIRA.
YO real, este traído y llevado tema que cada vez resuena más en el diálogo
coloquial en el que escuchamos que, en ese encuentro, es dónde se halla la fuente de energía que moviliza nuestra vida, dónde
está la fortaleza, la valentía y el coraje que necesitamos para ser quienes
realmente somos, por lo que la búsqueda en sí misma, se convierte en una
experiencia impresionante en la que la meta es cada paso del camino. Estaréis
pensado “esto no tiene que ser sencillo” y así es. Sencillo es vivir en la
comodidad de lo conocido, sencillo es responder de la misma manera y repetir
los mismos errores una y otra vez sin pararnos a reflexionar no preguntarnos
¿tengo yo alguna responsabilidad en lo que me sucede?, sencillo es sobrevivir
como un autómata movido por la inercia, ¿es eso lo que quieres seguir haciendo,
es así como eliges continuar tu vida?.
encontrar nuestro YO es necesario QUERER y requiere del propósito de poner
nuestra voluntad y nuestras ganas al servicio del trabajo de rehabilitar, actualizar y dejar en libertad, esas partes auténticas nuestras que
dejamos en el camino a lo largo de nuestra vida, porque llegamos a creer que no
nos servían para logar satisfacer nuestras necesidades básicas de amor, valoración,
reconocimiento, integración y autoestima, por eso nuestro Yo real, ese quién
somos, a menudo nos resulta desconocido, porque lo hemos adornando con máscaras
de mil colores para tapar lo que no queremos que se vea porque no nos gusta de
nosotros y así conseguir agradar a los que nos rodean y garantizarnos su
aceptación y su cariño. Somos expertos en utilizar máscaras para gustar,
conseguir nuestros propósitos, manipular a los demás, aparentar lo que no
somos, engrandeciéndonos o minimizándonos según convenga, mantener nuestra
imagen intacta y nuestro ego bien nutrido y todo ese esfuerzo, que tanto
desgasta, y ese engaño hacia nosotros mismos y hacia los demás, solo porque
aprendimos a creer que siendo quienes somos no es suficiente y todo este engaño
para tapar la vergüenza que aprendimos a sentir de nosotros mismos.