3- LA AUTOESTIMA NO ES INNATA
La autoestima es adquirida y se genera como resultado de la historia personal de cada uno.
Es el fruto de una serie de experiencias que nos han estado influyendo desde el momento en que nacimos.
El que nos consideremos más o menos valiosos, depende en gran medida de las valoraciones que de nosotros han hecho las personas más significativas de nuestro entorno (padres, educadores…).
Cada ser humano en su infancia ha percibido amor o humillación, placer o dolor, engaño o verdad de los demás que le ha influido por encima de otras experiencias y han marcado en parte la trayectoria de sus vidas.
Todos hemos aprendido que los demás, al relacionarse con nosotros, no pasan inadvertidamente por nuestras vidas y de cómo reaccionemos ante esas influencias repletas de emotividad, va a depender con frecuencia el aprecio que nos tenemos a nosotros mismos y también por los demás.
Pero la autoestima no es estática, al contrario su naturaleza es dinámica y por tanto puede crecer, arraigarse, ramificarse y conectarse con otras actitudes nuestras. En definitiva, la autoestima es una estructura que se puede ejercitar y DESARROLLAR.
TE INVITO A SER CADA DÍA MÁS TÚ