FELIZ NAVIDAD

Los Reyes Magos se han adelantado y me han traído un ordenador nuevo, por eso aprovecho para desearos que estéis disfrutando de estas fechas en compañía de las personas a las que amáis.

En estos días en los que los deseos de felicidad y alegría pretenden ser los protagonistas, es cuando paradógicamente afloran otros muchos sentimientos que nos dificultan para disfrutar tanto como podríamos.
Cuando nos encontramos con cada una de las personas que nos desean feliz Navidad, nos paramos, nos miramos dentro y nos damos cuenta de que no estamos tan felices como creemos que están el resto de las personas, nos parece que todo el mundo y digo TODO EL MUNDO, está feliz menos nosotros, entonces callamos nuestros sentimientos, los escondemos, como si otro sentimiento deferente de la alegría estuviera mal visto o no fuera aceptado.

Sentimos tristeza porque añoramos a las personas queridas que ya no están, con las que hemos compartido tantas cosas y a las que seguimos llevando en el corazón, estamos preocupados por la inestabilidad laboral que nos lleva a hacer recortes sobre los recortes que ya teníamos, sentimos tristeza o enfado porque nuestra relación de pareja no nos aporta la satisfacción que queremos o porque se ha roto y todavía no hemos hecho el proceso que nos lleva a iniciar otra forma de vida, nos sentimos tristes cuando no sentimos a nuestros hijos tan cerca como nos gustaría, porque estamos fuera de nuestra tierra y no podemos abrazar a nuestras personas queridas, porque es precisamente en estas fechas cuando afloran más los conflictos entre padres separados, me quedo yo a niño, no yo….

En estos días surgen los mismos conflictos que cualquier otro día del año, tenemos los mismos sentimientos respecto a diversas situaciones, sin embargo en estas fechas la emoción está a flor de piel y sentimos con más intensidad.

Sea lo que sea que sientas PERMÍTETELO y si puedes COMPÁRTELO, precisamente ese  compartir es lo que nos une y nos hace grandes y recuerda, ningún sentimiento perdura en el tiempo si no lo alimentas.

Ojalá el espíritu de la Navidad anide en nuestros corazones todos los días del año. Que todos los días estemos dispuestos a escuchar con los oídos abiertos, a entender con apertura, a compartir nuestro entusiasmo con los que están tristes, a dar lo mejor de nosotros con generosidad, a apreciar a los demás regalándoles gestos diarios de amor, un beso, una caricia, un buenos días, un abrazo…. ojalá que el amor haga su casa en nuestro corazón.

FELICES FIESTAS

Autor entrada: MariaGuerrero