Un año más he tenido el privilegio de vivir los Sanfermines junto a personas auténticas y maravillosas que, como siempre, me han acogido con una sonrrisa explendida y unos brazos muy abiertos y dispuestos para abrazar.
Un año más mi querida amiga Blanse ha abierto las puertas de su casa, agradable y entrañable, para acogerme y regalarme su expléndida sonrisa y sus inmejorables cuidados, vamos que me he sentido como una reina y es que esta navarrica es un regalo con el corazón como la plaza de toros dónde cada tarde se celebra la Fiesta.
Un poco de todo. Un poquito de fiesta por los atestados bares de copas con Javier, Teresa y Garbiñe, una explendida tarde de toros con Fermin y «Piñu», sanfermineros de toda la vida, que nos brindaron la oportunidad de disfrutar de la corrida desde sol, que es dónde se ubican las peñas. Allí
todo es fiesta, alegría, cánticos al son de las bandas, baile y comida a raudales, cualquier comida que imagines está en la plaza una tarde de toros, desde pochas, ajoarriero, estofado de toro, garbanzos, marmitaco… en fin solo tienes que pedir y ¡a comer!
todo es fiesta, alegría, cánticos al son de las bandas, baile y comida a raudales, cualquier comida que imagines está en la plaza una tarde de toros, desde pochas, ajoarriero, estofado de toro, garbanzos, marmitaco… en fin solo tienes que pedir y ¡a comer!
Gracias a todos por vuestra acogida y vuestros mimos, os guardo en mi carazón con mucho cariño .
