VIVIR ESA GRAN AVENTURA

VIVIR ESA GRAN AVENTURA

Las cuestiones fundamentales del hombre no están en ningún programa educativo, ni en ningún libro de texto, por eso vamos por la vida en algunas ocasiones perdidos, sin rumbo, aceptando lo que nos llega y defendiéndonos con las herramientas que tenemos en la mano, que pueden ser pocas, inadecuadas o incluso dañinas para nosotros mismos y para nuestras relaciones con los demás.

Lo primero en lo que sería bueno que pusiéramos conciencia para comenzar a centrarnos en las siguientes preguntas, que te invito a formularte: ¿QUE ES LA VIDA? ¿Que sentido tiene la vida para mi?. A partir de las respuestas que nos demos, es como podemos aprender a vivir nuestra vida en toda su plenitud. Porque vivir implica estar presente, ser conscientes del presente, del aquí y del ahora, esto es lo que hace que cada instante sea único y por tanto una oportunidad única de ser, de cambiar aquellos aspectos que no nos agradan de nosotros o nos hacen sentir descontentos con nuestra vida.

Estamos tan parapetados en lo externo, las influencias que desde niños recibimos de nuestra familia, amigos, pareja hijos, sociedad, estado, civilización y el mundo en general , hacen que nuestra identidad este formada por nuestro “nombre”, de donde procedemos, de que familia formamos parte, que hacemos con nuestro tiempo, con nuestras capacidades, con nuestro trabajo, como nos reconocen y respetan las demás en este mundo, que lugar ocupamos en él, que elementos materiales tenemos o llevamos con nosotros, o incluso como anhelamos tenerlos. Lo que nos sostiene es tan frágil y efímero que nos reporta una falsa la seguridad, no la seguridad que tanto buscamos en la vida, por eso cuando perdemos esos asideros estamos perdidos, angustiados , sin saber ni quienes somos ,(porque antes tampoco lo sabíamos) ni que hacer , ni adonde ir. Vivimos bajo una identidad imaginaria ,idealizada, sin cimientos y sobre ella pretendemos construir el edificio duradero y estable, que es nuestra VIDA.

La vida la vemos como “miopes” en un mundo donde prima el materialismo y donde los valores a veces no se dejan ver, vamos acelerados con un ritmo frenético, llenamos nuestro tiempo con tal cantidad de actividades compulsivas en muchos casos para que no nos quede tiempo de afrontar los verdaderos problemas, llenamos el día de tareas que consideramos fundamentales o que son nuestra responsabilidad , simplemente por estar ocupados , es como si el ritmo que imponemos a nuestra vida nos arrastrara a nosotros , nos impulsara y nos llevara dándonos la sensación de que no tenemos elección ni control sobre ella, entonces nos preguntamos ¿QUE ESTOY HACIENDO?

Todo esto nos hace sentirnos malhumorados, descontentos, decepcionados y vacíos, pero cuando logramos apaciguar esa voz de inquietud con nuestro hacer, conseguimos una tranquilidad aparente y momentánea que nos impulsa para volver a empezar el ritmo trepidante y acelerado y nos volvemos a dejar llevar por nuestra inercia.

Por eso es importante plantearnos:

¿Quiero yo coger las riendas de mi vida?
¿Quiero hacerme responsable de mi?
¿Quiero dejar de dar vueltas como un tiovivo sin saber ni donde estoy, ni adonde voy, ni quien soy para centrarme en mí?

Nuestra existencia es pasajera y corta , nada es permanente ni absoluto, ni sólido ni duradero, por eso tenemos que aprender a vivir en todo momento, volver la atención hacia dentro, dejar nuestros hábitos insanos y nuestras ataduras, tenemos que proponernos librarnos de ellos y trabajar para nuestro bienestar, en la medida que lo hagamos se irán produciendo los cambios que deseamos introducir en nuestros hábitos, aprenderemos a vernos con una nueva comprensión de nosotros y de los demás, comprendiendo un poco mas , por lo que nuestra visión de la vida será mas amplia y profunda. De esta manera podemos disfrutar de todo lo que esta a nuestro alrededor, de todo lo que se nos ofrece o se nos da, por eso vivimos en este momento y en este mundo concreto, pero sin aferrarnos a nada en particular ni a las cosas ni a las ideas, personas.

Vivir sin apego, aceptando en todo momento que nada es permanente podemos llegar a entender la libertad , el respeto, y dejar salir a la persona que realmente somos, integrada por amor, alegría luz y esa esencia divina y mágica de la que estamos todos hechos.

Los caminos para llegar a saber que es la vida, a vivirla de verdad y a disfrutarla son muchos, tantos como seres quizás, en ese camino encontraremos etapas o momentos fáciles y difíciles , con pruebas y obstáculos , pero con alegrías y felicidades también.

Tenemos que hacernos responsables de nosotros mismos, acercarnos cada vez un poquito más al verdadero sentido de nuestra vida y vivirla plenamente en cada momento, porque, que no se nos olvide, SOLO SE VIVE UNA VEZ, SAL A LA VIDA

Autor entrada: MariaGuerrero